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Item Efectos secundarios de la terapia antitumoralAutores: Zúñiga Maldonado, Fernanda ValentinaAutor Institucional: Universidad de TalcaProfesor Guía: Moore Carrasco, Rodrigo ErnestoEl cáncer representa una de las principales causas de muerte a nivel mundial, en la actualidad con los nuevos tratamientos la prevalencia ha aumentado mientras que la mortalidad se ha mantenido estática. Se han logrado identificar 8 características de las células tumorales que tienen en común todos los tipos de cáncer (Independencia de señales de crecimiento, insensibilidad a estímulos que inhiben el crecimiento, evasión de apoptosis, invasividad y metástasis, potencial ilimitado de replicación, angiogénesis sostenida, reprogramación del metabolismo energético y evasión de la destrucción inmune). Estas células se originan por carcinogénesis. Las nuevas terapias contra el cáncer desarrolladas en la última década se enumeran brevemente en 8 agentes ( Fármacos citostásticos quimioterapéuticos, SMI, MABs dirigidos a distintas células, células T modificadas genéticamente, vacunas antitumorales y virus oncolítico). Actualmente la terapia génica es la que ha tomado mayor relevancia. Los tratamientos actuales causan de forma frecuente efectos negativos, la quimioterapia se asocia mayormente a numerosos efectos secundarios graves. Las complicaciones más frecuentes son: Envejecimiento acelerado, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del SNC (Chemobrain) y dolor. Estas complicaciones también se han asociado a envejecimiento acelerado y por ende a senescencia celular y SASP. Los efectos adversos que causan mayor problemática en la vida diaria y en las relaciones interpersonales de los pacientes afectados son las enfermedades cardiovasculares y cerebrales.Item Mecanismos de inmunoevasión en células cancerígenasAutores: Pérez Sánchez, José IgnacioAutor Institucional: Universidad de TalcaProfesor Guía: Moore Carrasco, Rodrigo ErnestoLas células cancerígenas presentan diversos mecanismos que les permiten eludir los mecanismos inmunes del organismo, entre ellos destacan la alteración de antígenos en su superficie, como es el caso de reducción o alteración de las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad I, que evita el reconocimiento de este tipo de células por parte del sistema inmune; del mismo modo, el aprovechamiento de los distintos puntos de control inmunitarios en especial PD y SIRPα, por parte de sus respectivos ligandos: PD-L1 y CD47 generan señales de inmunotolerancia en células efectoras del organismo, evitando su posterior fagocitosis o destrucción. Esto, en asociación con la consolidación de un microambiente tumoral inmunosupresor, en donde se encuentra una gran cantidad de citoquinas inmunomoduladoras y proinflamatorias, así como también células asociadas a tumor, como es el caso de macrófagos de tipo M2 y fibroblastos, además de una cantidad importante de linfocitos T reguladores, propicia la generación de un entorno celular inmunoprivilegiado. Las terapias actuales enfocadas a combatir células cancerígenas se basan en el bloqueo de determinadas vías de señalización como IL-6/JAK1 o PD-L1, siendo de las más efectivas hasta el momento, teniendo en cuenta que el bloqueo indiscriminado de ciertos receptores, como es el caso de CTLA-4 conlleva el riesgo de desarrollar otras patologías, como es el caso de enfermedades autoinmunes. Del mismo modo, la inmunoterapia con citoquinas, tales como la administración de Interferón alfa (IFN-α) e Interleucina 2 (IL-2) así como avances en la ingeniería de estas, en conjunto con el uso de receptores quiméricos en linfocitos T corresponden a terapias con un gran potencial en el combate de células malignas.